Para eso están los psicólogos, para aliviar la tensión psicológica, para intentar ordenar tus pensamientos y fantasías. Teniendo en cuenta que la sesión terminó con sexo lésbico, esta señora no tenía muchas crestas. Lo principal es que se sintió aliviada, ¡así que la sesión no fue en vano!
Una chica es como un pastel en mantequilla con un cambio constante en el relleno. Le ponen una cosa, luego otra, luego otra. Oh, ojalá pudiera ponerle una salchicha en la masa y dejar que la nena se divirtiera.