Una mujer rusa cree que su novio es un trapo sexual con el que limpiarse después del sexo. Se coloca mostrándole cómo la follan sus amantes. Cada vez él sólo puede contemplar cómo su pechugona chica es jaleada por diferentes pícaros. La chavala deja que le coja los pechos, y sólo los machos calientes pueden usarlos. ¡Qué chica tan elegante!
Una bonita zorra decidió follar con un hombre grande. La chica no sabe chupar: el hombre quiere meterle la polla más profundamente en la boca, pero ella se ahoga con su saliva y no pasa nada. Pero folló muy bien. Me gustó mucho su figura casi perfecta y sus tetas sin silicona. El final fue clásico: el hombre se cagó en su cara.
Para darme tal m*erda